La ministra del Poder Popular de Comercio Nacional, Eneida Laya, visitó este viernes la planta procesadora General de División José Antonio Anzoátegui, que produce la harina de maíz Centinela, en Valle Guanape, estado Anzoátegui, con el objetivo de conocer los requerimientos de la empresa para incrementar su producción.
Esta planta distribuye harina de maiz a precio justo, principalmente en Valle Guanape, en el resto de Anzoátegui y también en el Distrito Capital y Aragua, a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), ferias del Campo Soberanas y jornadas sociales de entes gubernamentales.
Tras el recorrido por la empresa, la ministra entregó el certificado de marca de la harina Centinela, emitido por el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), ente adscrito al Ministerio.
«Entregamos el certificado de marca con el que van a poder comercializar en todos los mercados esta harina de calidad, con un costo de producción real, no especulativo. Eso es lo más importante que tenemos que informar y es que sí podemos producir con unos costos reales, no especulativos, ni distorsionados», destacó.
En la visita, Laya, quién también funge como presidenta del Banco del Tesoro, entregó a la empresa un crédito por Bs. 5.000 millones para la compra de material que permitirá elevar la producción de la empresa.
Agregó la ministra que esta planta cuenta con una capacidad instalada de 900 toneladas de harina al mes, cumple el sueño del Comandante Hugo Chávez y del presidente de la República, Nicolás Maduro, porque incorpora a la Guardia Nacional Bolivariana a la producción.
«La Guardia Nacional no solo tiene una visión militar, sino también una visión integrada, de producción por un país, por la Patria», reflexionó.
Mesas de trabajo
Laya resaltó que la procesadora es ejemplo en cuanto a gestión empresarial porque produce a costos sin distorsión y además se mantiene en mesas de trabajo con productores de queso y carne a quienes proveen excedentes de la producción de harina para alimentar animales.
«Podemos demostrar que la planta administrada por la Guardia Nacional Bolivariana, por el pueblo, es rentable y cada día va a seguir aumentando la producción. Es nuestro compromiso seguirlos apoyando con los permisos, certificaciones, distribuciones», finalizó.