Con un Conversatorio sobre los Diablos Danzantes de Yare celebraron este miércoles el Ministerio del Poder Popular de Comercio Nacional y su ente adscrito el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI) los 11 años de la Declaratoria de los Diablos Danzantes de Corpus Christi de Venezuela como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, decretado por la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco).
Durante su participación en la actividad, el presidente de los Diablos Danzantes de Yare, Manuel Zurita, quien hizo un recorrido histórico de esta festividad religiosa-cultural venezolana hasta la actualidad, agradeció la invitación y aprovechó la oportunidad para solicitar a las autoridades que los ayude a proteger todo este trabajo que vienen realizando con las coloridas máscaras, que incluso se las están llevando a eventos internacionales sin autorización de la cofradía.
En aras de proteger nuestras tradiciones, el SAPI, conjuntamente con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y el Instituto de Patrimonio Cultural, ha llevado a cabo mesas técnicas con las cofradías de los Diablos Danzantes de Venezuela, a fin de promover el resguardo del Derecho de Autor de los cultores de estas manifestaciones de identidad nacional, que constituyen los saberes, conocimientos, normas y secretos ancestrales transmitidos de generación en generación.
Para conmemorar esta importante fecha, en concordancia con las 7 Líneas Estratégicas de Trabajo emanadas del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, y bajo las directrices de la ministra de Comercio Nacional, Dheliz Álvarez, el ente encargado de la Propiedad Intelectual en el país continúa fomentando la conservación y protección de nuestro acervo cultural.
La tradición de los Diablos Danzantes de Corpus Christi en Venezuela es una expresión religiosa-cultural de nuestras raíces ancestrales y espirituales que tiene más de cuatro siglos, la cual escenifica el triunfo del bien sobre el mal, al ritmo mágico de las maracas y el tambor. Estas cofradías, que suman once en el país, realizan el culto al Santísimo Sacramento en el contexto de la festividad católica, en la cual se resalta la presencia de Cristo en el Sacramento de la Eucaristía.